¿Por qué necesito fisioterapia para mi suelo pélvico?

Preparto y postparto

Fisioterapia en el embarazo

Durante el embarazo, el cuerpo experimenta muchos cambios que pueden generar molestias como dolor lumbar, ciática, presión en el suelo pélvico o retención de líquidos. La fisioterapia en esta etapa ayuda a aliviar dolores musculoesqueléticos, mejorar la postura, optimizar la respiración y fortalecer el suelo pélvico para un parto más consciente y menos traumático. Además, técnicas de masaje, ejercicios específicos y preparación perineal pueden reducir el riesgo de desgarros y episiotomías.

Fisioterapia en el postparto

Después del parto, el cuerpo necesita tiempo y atención para recuperarse. La fisioterapia postparto se enfoca en la reeducación del suelo pélvico y la faja abdominal para prevenir problemas como incontinencia urinaria, prolapsos o diástasis abdominal. A través de ejercicios personalizados, terapia manual y técnicas de recuperación postural, se mejora la tonificación muscular y se reducen molestias como el dolor lumbar o pélvico. Además, ayuda a recuperar el equilibrio corporal y a reconectar con la sexualidad de forma saludable y sin dolor. También en esta etapa usamos radiofrecuencia (INDIBA) que nos ayuda a recuperar la tensión en los tejidos de nuestro cuerpo.

Fisiosexologia

La sexualidad es una parte esencial de la vida, pero muchas personas experimentan disfunciones sexuales que afectan su bienestar y calidad de vida. La Fisiosexología es una especialidad de la fisioterapia que aborda las alteraciones del suelo pélvico relacionadas con la función sexual, tanto en hombres como en mujeres.

Algunas de las disfunciones sexuales más comunes son:
En mujeres:
  • Dispareunia: Dolor durante o después de las relaciones sexuales.
  • Vaginismo: Contracción involuntaria de los músculos vaginales que impide la penetración.
  • Anorgasmia: Dificultad o imposibilidad para alcanzar el orgasmo.
  • Sequedad vaginal: Falta de lubricación que puede generar molestias.
  • Hipotonía o hipertonía del suelo pélvico: Alteraciones en el tono muscular que afectan la sensibilidad y el placer.
En hombres:
  • Disfunción eréctil: Dificultad para lograr o mantener una erección.
  • Eyaculación precoz o retardada: Alteraciones en el control de la eyaculación.
  • Dolor pélvico crónico: Molestias en la zona perineal que pueden afectar la función sexual.

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia en estas disfunciones?

La fisioterapia especializada en sexualidad trabaja desde un enfoque integral, combinando:
✔ Reeducación del suelo pélvico: Evaluación y tratamiento de la musculatura pélvica para mejorar su función.
✔ Técnicas manuales y miofasciales: Relajación o fortalecimiento de los músculos según cada caso.
✔ Ejercicios específicos: Trabajo de movilidad, flexibilidad y fortalecimiento del área pélvica.
✔ Biofeedback y electroterapia: Técnicas para mejorar el control muscular y la sensibilidad.
✔ Educación y acompañamiento: Información sobre anatomía, hábitos y ejercicios para potenciar el placer y la salud sexual.

✔Utilización de diferentes herramientas externas para conectar con nuestro cuerpo y nuestra sexualidad. 

El objetivo de la Fisiosexología no es solo tratar los síntomas, sino también ayudar a cada persona a conocer mejor su cuerpo, recuperar la confianza y disfrutar de su sexualidad sin dolor ni limitaciones.

Otras disfunciones uroginecologicas:

El suelo pélvico desempeña un papel fundamental en funciones esenciales como la micción, la defecación y la salud sexual. Cuando esta musculatura no funciona correctamente, pueden aparecer diferentes alteraciones que afectan la calidad de vida. La fisioterapia especializada en suelo pélvico es clave para prevenir, tratar y mejorar estas afecciones de manera no invasiva.

Afecciones uroginecológicas:


Incontinencia urinaria:
La pérdida involuntaria de orina puede ocurrir al toser, reír, hacer ejercicio (incontinencia de esfuerzo) o por una necesidad urgente de orinar (incontinencia de urgencia). También puede haber una combinación de ambas (incontinencia mixta).

¿Cómo ayuda la fisioterapia? A través de ejercicios específicos, reeducación del suelo pélvico, biofeedback y electroestimulación para mejorar el control urinario.

Prolapso de órganos pélvicos
Es el descenso de la vejiga (cistocele), el útero (histerocele) o el recto (rectocele) debido a la debilidad del suelo pélvico. Puede causar sensación de peso en la pelvis, molestias y dificultades para orinar o defecar.

¿Cómo ayuda la fisioterapia? Fortalecimiento del suelo pélvico con ejercicios, técnicas manuales y mejora de la postura para evitar el avance del prolapso.

Dolor pélvico crónico
Malestar o dolor persistente en la zona del periné, sin una causa médica clara. Puede estar asociado a tensiones musculares, disfunciones en el suelo pélvico o cicatrices postquirúrgicas.

¿Cómo ayuda la fisioterapia? Terapias manuales, relajación miofascial, trabajo respiratorio y ejercicios específicos para reducir la tensión y mejorar la movilidad.

Afecciones Coloproctológicas

Estreñimiento crónico
Dificultad para evacuar debido a disfunción en la musculatura del suelo pélvico o malos hábitos intestinales.

¿Cómo ayuda la fisioterapia? Técnicas para mejorar la coordinación de los músculos perineales, masajes abdominales y reeducación postural para facilitar la evacuación.

Hemorroides y fisuras anales
Las hemorroides son venas inflamadas en la zona anal, mientras que las fisuras son pequeñas heridas en el ano que pueden causar dolor y sangrado. Ambas pueden estar relacionadas con el estreñimiento y el esfuerzo al defecar.

¿Cómo ayuda la fisioterapia? Técnicas para mejorar la circulación en la zona, ejercicios de relajación del suelo pélvico y cambios en la biomecánica defecatoria.

Incontinencia fecal o de gases
Dificultad para controlar la salida de heces o gases debido a una debilidad en los músculos del suelo pélvico o daño en los esfínteres.

¿Cómo ayuda la fisioterapia? Reeducación del suelo pélvico con ejercicios de fortalecimiento, biofeedback y electroestimulación para mejorar el control anal.

La fisioterapia de suelo pélvico es una herramienta eficaz y natural para tratar estas afecciones sin necesidad de recurrir a tratamientos invasivos. Con ejercicios personalizados, técnicas manuales y educación, es posible recuperar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida.